No todas las personas son amables, cordiales y educadas. Hay personas que se empeñan en hacer daño y hay quienes lo hacen sin ser su intención y sin saberlo. La situación empeora cuando la otra persona se ve afectada y queda con un resentimiento que lo guarda por mucho tiempo, meses, o años.
No es algo agradable, pero esa persona mantiene el resentimiento vivo y claro, aún cuando la situación ya pasó o incluso cuando ya todo se arregló. Algunos son muy hábiles en esto y no importa cuánto tiempo haya pasado, el resentimiento sigue allí.
El verdadero problema es que hacer esto te limita, te detiene, produce en tus actividades un comportamiento que no es agradable y que no es el más adecuado para crecer y construir, para desarrollarte como persona y crear un día más agradable para vivir.
¿Vale la pena resentirse así? ¿Verdaderamente vale la pena guardar ese resentimiento con tanto detalles?
Piénsalo por un momento y ten en mente todo lo que puedes aprovechar y disfrutar de aquí en adelante si dejarás ese resentimiento.
